Samantha Anderson, Ph.D., y Ainura Sagyn

Nuestra incorporación más reciente a la serie de Logitech MX, #WomenWhoMaster, destaca a dos mujeres admirables, una en Europa y otra en Asia Central, que están trabajando en la vanguardia de la ciencia y la tecnología.

La Dra. Samantha Anderson es la CEO y cofundadora de DePoly SA, una empresa de reciclaje químico con sede en Suiza que está creando una economía circular para los residuos plásticos posconsumo y posindustriales de un solo uso. Ainura Sagyn es ingeniera informática y ecofeminista en Kirguistán, y fundadora de Tazar, una aplicación que conecta a los ciudadanos y las empresas de Kirguistán con los recicladores y cuyo objetivo es reducir los residuos de los vertederos en los países en desarrollo.

Hablamos con estas dos mujeres pioneras sobre cómo están dando forma al futuro de la sostenibilidad.

P.: ¿Qué te inspiró a crear tu propia empresa?

Samantha Anderson: En 2018, se publicaron investigaciones sobre los efectos de los microplásticos en la salud de las personas, pero no había una urgencia real para abordar el problema. Luego, durante mis años de doctorado, mis cofundadores y yo aunamos los esfuerzos necesarios para que DePoly existiera, y todo tomó forma a partir de allí. Nuestra esperanza es que DePoly reduzca la contaminación plástica global al proporcionar una forma de reciclar plásticos de un solo uso, que hoy en día se envían directamente a vertederos o centros de incineración. La economía lineal actual de coger-hacer-tirar agota nuestro entorno de recursos naturales.

P.: Imagina que una de tus aprendices en el año 2100 elige la misma carrera que tú. ¿Cómo quieres que sea su futuro?

SA: En primer lugar, espero que hayamos encontrado formas de mitigar los efectos del cambio climático, para que el entorno en el que navegue sea, al menos, tan hospitalario como el actual. Pero, aparte de eso, subrayaría que su futuro depende de ella misma.

P.: ¿Qué hacías antes de empezar a trabajar en tu aplicación?

Ainura Sagyn: Como la mayoría de los desarrolladores en Kirguistán, estaba trabajando como proveedora en remoto para empresas en el extranjero cuando me ofrecieron unas prácticas en LinkedIn, en San Francisco. Formaba parte del programa TechWomen, del Departamento de Estado de EE. UU., en el que 100 mujeres de Oriente Medio, África y Asia Central realizan prácticas en las principales empresas o universidades. ¡Fue increíble! También formé equipo con amigas ingenieras y viajamos por Kirguistán para enseñar a las niñas los conceptos básicos de la codificación.

P.: ¿Qué le dirías a una niña que quiere estudiar materias CTIM o a una mujer que quiere crear su propia empresa?

AS: Yo diría que es mejor aprender habilidades en lugar de elegir una carrera a los 18 años, y la habilidad principal es saber cómo resolver problemas de una manera creativa.

Además, en los países en desarrollo, las personas a menudo piensan que solo pueden mejorar al irse a otro lugar, y esto, en muchos casos, da lugar a la fuga de cerebros del país. Es posible que hayas oído hablar de este fenómeno.

Samantha y Ainura están aportando sus habilidades, experiencia y pasión únicas para hacerle frente a uno de los desafíos más apremiantes de la actualidad, independientemente de dónde vivamos: cómo crear un entorno sostenible que promueva nuestro máximo potencial para nosotras y para las generaciones futuras.

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