Si está haciendo malabarismos trabajando desde casa y gestionando videollamadas importantes con colegas y clientes mientras intenta mantener a sus hijos concentrados en el trabajo escolar o sin distracciones, no está solo. Con las órdenes de "quedarse en casa" en todo el mundo, muchas escuelas están cerrando puertas y pasando al trabajo online. Como resultado, la responsabilidad que deben asumir los padres se ha multiplicado por diez. Y aunque no hay una solución mágica para la situación en la que nos encontramos, hay algunos consejos para ayudar a aliviar la carga.

Establezca una rutina:

Empiece por establecer las expectativas con su jefe, compañeros de trabajo o incluso asociados o clientes. Tenga en cuenta qué momentos del día son mejores para contactar con usted cuando no está ocupado educando a un niño o tratando de aplacar un berrinche. Para algunos padres, las horas de trabajo de 9 de la mañana a 2 de la tarde pueden ser más difíciles, por lo que comprender que los horarios deberían ser más flexibles le ayudará, si usted es un jefe. Lo mismo se aplica a establecer un horario con sus hijos. Hágales saber cuándo "Mamá" o "Papá" necesitan incorporarse a una videollamada importante y pídales que respeten ese horario. Con suerte, para los niños en edad escolar, su aprendizaje online también los mantendrá ocupados durante las horas de trabajo, mientras usted se ocupa de sus reuniones.

Presente a sus hijos:

Lo más probable es que, incluso cuando establezca un horario, reciba un visitante inesperado durante una reunión con vídeo. Si tiene que incorporarse rápidamente a una llamada sabiendo que es posible que puedan interrumpirle, es totalmente aceptable que presente a sus hijos a las personas en la llamada. También ayuda a que sus colegas tengan una idea de su entorno. Por ejemplo, "puede que me ponga un momento en silencio mientras mi hijo acaba sus lecciones de trompeta". De vez en cuando, incluso es posible que deba alejarse para hacerse cargo de algo inesperadamente urgente (puede que su niño esté cepillando al perro con pasta de dientes). Simplemente puede apagar la cámara y el micrófono, y usar la función de chat en su aplicación de videoconferencia para que sus colegas sepan que se está alejando.

Invierta en su audio: 

Scott Wharton, de Logitech Video Collaboration, tiene dos adolescentes, y aunque le gusta empezar la jornada un poco pronto, a sus hijos no. "No despertéis a los gigantes dormidos", dice. "Cuando tengo audio de mi ordenador y mis altavoces, se quejan de que pueden oírlo mientras todavía tratan de dormir, así que me cambié a los auriculares". Unos auriculares para negocios evitan que sus hijos oigan su audio. Y las funciones de supresión de ruido y un micrófono optimizado harán que sea más fácil ahogar el ruido de fondo y garantizar que sus colegas puedan oírle durante las llamadas.

Mejore el WiFi:

Puede que se esté preguntando por qué sus videollamadas se siguen bloqueando alrededor de las 11 de la mañana. Podría tener que ver con el hecho de que sus hijos también estén en Internet. Tanto si toman clases online como si están viendo a las últimas estrellas de YouTube, el ancho de banda en un hogar con niños estará en su punto más alto. Para aliviar esto, intente conectar su portátil directamente a su enrutador mediante Ethernet. Si eso sigue sin resolver el problema, quizás deba ir pensando en invertir en un kit de malla Wi-Fi, que ofrecerá más intensidad que un enrutador independiente.

Practique la empatía

Por último, trate de obsequiarse a sí mismo y a sus colegas con un poco de comprensión adicional. Todos están haciendo todo lo posible para hacer frente a esta situación tan poco habitual. Recuerde, estamos todos juntos en esto. Y si falla todo lo demás, seguro que las payasadas de sus hijos harán reír a sus colegas.