Las oficinas de JLM están distribuidas internacionalmente, por lo que suelen realizar las reuniones del equipo de forma virtual. Sin embargo, han tenido problemas debido a sus herramientas y equipos inadecuados.
La gran demanda de tiempo para llevar a cabo la configuración, el audio y el video poco claros y el uso de micrófonos de mano que los participantes tenían que pasarse durante las reuniones daban lugar a que las videoconferencias fueran ineficientes e improductivas.
JLM necesitaba soluciones para salas integradas para agilizar sus reuniones virtuales.
